A 20 años del estallido: el registro audiovisual de la protesta social
Al cumplirse el vigésimo aniversario de la represión del 19 y 20 de diciembre, la Defensoría del Público e Indymedia Argentina brindaron un homenaje con la proyección de una parte del documental “La bisagra de la historia”. El registro audiovisual, directo como una nueva forma de narrar, irrumpió en aquellos años y reescribió la historia.
La construcción del relato, el registro directo, la historia, el recorte de la historia, la cámara en mano, el sonido ambiente, cada persona un corresponsal y otros conceptos se debatieron en el encuentro que se llevó a cabo para homenajear a las 39 personas que perdieron sus vidas en las protestas del 19 y 20 de diciembre de 2001.
La Defensoría del Público convocó a Indymedia Argentina para que, a través de algunas y algunos de sus colaboradores, recordaran cómo fue el trabajo que se hizo: una terea novedosa que se adelantó a su tiempo.
Pero la historia empieza antes. Corría el año 1999 y en Seattle se estaba produciendo el fracaso de la “Conferencia Ministerial (OMC)” cuando un grupo de personas que conformaban la red de comunicación antagónica más grande del mundo, deja de ser un mero centro de contrainformación para comenzar un proceso de crecimiento. La red de redes o Indymedia había nacido.
Desde entonces sumó colaboradores en todo el mundo y dos años más tarde, en la crisis que marcó el final del gobierno del presidente De la Rúa, fueron quienes narraron, ajenos a todo sistema de trabajo capitalista, una nueva realidad histórica, social y económica.
“Hubo medios que tomaron la delantera, que practicaron una suerte de ejercicio del futuro. Me tomó mucho tiempo entenderlo. Ellas y ellos se adelantaron a las redes sociales. Hacían vivos desde la calle, trasmitían en vivo por radios desde distintos lugares de la ciudad y hoy, a 20 años, les hacemos un sentido homenaje, un enorme agradecimiento a todos y todas aquellas que se jugaron la vida en el registro de esa historia”, fueron las palabras, en el inicio del encuentro, de la Defensora del Público Miriam Lewin.
Acto seguido se proyectó parte del trabajo que el colectivo hizo durante esos años. En el corto se vieron imágenes de fachadas de bancos destrozadas; vidrios rotos; personas paradas en las esquinas que dan testimonio de lo que estaban sintiendo al grito de “que se vayan todos”; la bronca y la injustica salen de la boca de los entrevistados; uno tras otro, se apilan resúmenes de lo que pasaba en Congreso nacional, adentro y afuera; calles cruzadas por camiones repletos de policías, los ciudadanos y ciudadanas argentinas que hablan entre ellos e intentan hacerlo con la policía; una Buenos Aires apocalíptica, una 9 de Julio vacía, y como si fuera condena cíclica la palabra economía vuelve desde la historia a dibujar una coyuntura que oprimía a la población. Y más vidrios rotos, y más pedidos de auxilio, y más camiones incendiados, más gente corriendo, más gases lacrimógenos, sirenas y más sirenas.
El director General de Planificación Estratégica e Investigación, Flavio Rapisardi, recordó: “Indymedia era el único medio que nos daba voz cuando los otros medios callaban, una herramienta que tuvo conciencia de la historia que se estaba contando. Ellas y ellos fueron parte de una gesta que esperamos que no se repita”.
Por su parte, Pablo Boido, miembro de Indymedia, agregó: “Todo fue un trabajo voluntario, artesanal, como construir un medio. Y eso fue lo que hizo que ese trabajo se sostuviera.” Luego reconstruyó parte de la historia de Indymedia con el fin de crear un sitio web en donde se permitía publicar, al estilo de una agencia de cables, lo que cada persona quisiera.
El relato de Boido es detallado porque estuvo presente, porque no sólo lo vivió, sino que lo sintió. “No sólo cubrimos noticias, sino investigábamos y hacíamos noticias de calidad, noticias de información útil que pudieran ayudar a causas judiciales.” Antes de terminar propuso que aquello que empezó en esos años y que la Ley de Medios intentó institucionalizar no quede en el olvido, hoy más que nunca. “Rescato no renunciar a innovar en la forma de construir los medios”, se despidió.
“Don´t hate the media, be the media”
Izel Paz también es parte de Indymedia, y también estuvo ahí. “Es algo que nos atravesó y ser parte de esta historia conmueve, sintetizar Indymedia es difícil porque estábamos atravesados por un montón de situaciones y todo ocurría en medio de ese proceso.”
Paz recordó la importancia de la irrupción de las nuevas tecnologías digitales: “Tecnologías que democratizaban”. “Había una necesidad permanente de manifestar algo que cuando aparecía en los medios hegemónica aparecía segmentado, manipulando. Éramos conscientes de que luchábamos contra un paradigma comunicacional”, agregó. Y para terminar, postuló: “La utopía de Indymedia sigue siendo necesaria”.