Abrir las puertas, contar historias para desafiar prejuicios
La Defensoría participó a través de la iniciativa “Humanizando etiquetas”: las personas conocieron a referentes de la diversidad sexual, corporal y étnico-cultural, así como a jóvenes de la militancia ambiental y a periodistas comprometidas con la actividad gremial. Y hubo una muestra de la ropa de mujeres que fueron víctimas de agresiones sexuales.
Con el espacio “Humanizando etiquetas”, la Defensoría participó en La Noche de los Museos: muchas personas pudieron conocer las historias de los trabajadores y las trabajadoras de prensa, de la militancia ambiental, de las migraciones, de las personas privadas de libertad y también de la Defensora, Miriam Lewin, quien definió a la iniciativa como “enriquecedora para desafiar prejuicios”.
Mediante la propuesta, organizada junto con la ONG Cero a la Derecha, el organismo se sumó por primera vez a La Noche de los Museos, ocasión para la cual también abrió sus puertas a la muestra “Qué tenías puesto”, en la que se vieron vestimentas de víctimas de agresiones sexuales y con la que se buscó cuestionar el mito de la ropa como justificación de violaciones.
Diversas personas mantuvieron una charla íntima con “libros humanos”, en mesas y sillas con velas y caramelos ubicadas en la calle Alsina -en la puerta de la sede de la Defensoria-, mientras otras ingresaban al organismo para observar vestiditos, pantalones, minifaldas o camisones de niñas y mujeres que compartían por escrito su testimonio de la ropa que usaron en el momento en que sufrieron acoso o violación.
Antes de convertirse en “libro humano” y contar su historia, Lewin dijo que “humanizando etiquetas tiene que ver con todo aquello que en los medios de comunicación genera ruido, comunicación no democrática. Y que acá, viendo cara a cara a aquel que puede ser objeto de prejuicio, la gente lo puede vencer”.
También compartió su historia Santiago Eulmesekian, militante ambiental por Jóvenes por el Clima, de apenas 16 años.
“Nosotros les exigimos a los gobiernos políticas públicas para mitigar estos efectos del cambio climático porque sabemos que los más afectados por el calentamiento global van a ser los sectores más vulnerables en los países más subdesarrollados. Porque no tienen los ingresos necesarios y no tienen los sistemas de infraestructuras necesarios para resistir efectos de inundaciones o sequías”, afirmó.
En tanto, la periodista Silvia Martínez Cassina habló de su experiencia en la televisión y en la actividad gremial con los Delegados de prensa de Canal 13/TN por el sindicato SipreBA, y llamó a romper con el “mito del sindicalista vago, que no trabaja. Todos nuestros delegados en Artear son excelentes profesionales, editores, camarógrafos, productores periodísticos”.
“Hay que volver a educarnos en nuestros derechos y en nuestras conquistas, que están escritas. Y yo siempre digo: el convenio es lo que equipara, lo que iguala”, agregó Martínez Cassina, delegada gremial desde hace cuatro años.
A partir de las 20 horas, los participantes se anotaban para escuchar también las historias de Carmen, una kolla en la ciudad; de Lu, la gorda televisiva; de la vida como migrante de Quintín o de las interseccionalidades de tonos de piel e identidades sexuales relatadas por Patricio.
Por su parte, la directora de Políticas para la Diversidad de Morón, Ivana Gutiérrez, habló de sus vivencias como militante travesti, de su trabajo como funcionaria “para poner en práctica políticas públicas por el derecho al acceso al empleo formal” y de su abolicionismo porque, sostuvo, “fui víctima de todo un sistema que me puso en un lugar que yo no quería a mis 14 años. La prostitución no es un trabajo”.
Y también participó Daniel Fernández, de 27 años, quien trabaja en el organismo, para contar durante media hora los cinco años de su vida que pasó en la cárcel, cuando era apenas un adolescente. Y cómo conoció la libertad “a través de la literatura y de la radio”.
Otros “libros humanos” fueron Ana, referente de la cultura china en Argentina; Andrea, la cineasta feminista y rebelde; Nina León, la puta poeta; Milcíades para contar su labor televisiva desde la Villa 31; o Miriam para comentar sobre la representación de las y los afrodescendientes en los medios de comunicación.