En el día de las y los periodistas, la Defensoría del Público destaca la labor esencial y riesgosa de quienes hacen su tarea durante la pandemia. Valora a quienes se vieron o se ven afectados y afectadas emocional y físicamente por el contacto diario con la enfermedad. Y con la muerte.

Ya en agosto de 2020, una consulta hecha por la Defensoría -participaron 568 periodistas de todo el país- daba un diagnóstico sobre las condiciones de las coberturas presenciales: solamente la mitad decía que los elementos de cuidado para estos casos eran suficientes. El 29,8%, los consideraba insuficientes y una porción muy significativa, el 19,5%, decía que no había recibido “ningún” elemento para preservarse del coronavirus.

En este rubro, comunicadores y comunicadoras hablaban de la falta de cuidados adecuados en las apariciones públicas de funcionarios, por inauguración de obras o visitas a hospitales, entre otras circunstancias.

Además, el 57, 1 % detallaba haber sufrido un impacto emocional por su tarea.

Lamentablemente, varios trabajadores y muchas trabajadoras de la comunicación fallecieron. Por ejemplo, Miguel Fernández, histórico camarógrafo de un canal de televisión de la Ciudad de Buenos Aires, que murió como consecuencia del Covid-19. Al igual que un sonidista del Canal de la Ciudad.

Los trabajadores y las trabajadoras de prensa son considerados esenciales y como tales están habilitados para cumplir con sus tareas de manera presencial. Sin embargo, sólo en algunas provincias tuvieron prioridad para su vacunación.

No sucedió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ni en la provincia de Buenos Aires. La Defensoría del Publico, en ese marco, acompaña el reclamo del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBa), que postula, con carácter de urgencia, que quienes están en constante riesgo por su exposición al virus reciban inmunización.