Especialistas en discapacidad reclamaron mayor accesibilidad en medios
Lewin participó de una jornada del Instituto Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión de México (IFT). Representantes de ONGs, investigadores universitarios, intérpretes de lengua de señas y de organismos públicos de América Latina advirtieron que las normativas que promueven la accesibilidad se cumplen parcialmente.
La Defensora Miriam Lewin reconoció que si bien la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual sancionada en Argentina en 2009, en su “espíritu” contempla la “ampliación de derechos”, la realidad ha demostrado que hay un “largo trecho entre la letra” de la norma y lo que se ha podido lograr efectivamente. Señaló en tal sentido que el artículo 66 que establece que las emisiones de televisión deben incorporar subtitulado oculto, lengua de señas y audio descripción, “no fueron acatados por los medios a pesar de que se fueron extendiendo los plazos para su implementación”.
Similar panorama describieron representantes de otros países. Luis Jorge Orcasitas Pacheco, docente titular de la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Pontificia Bolivariana dijo que “falta voluntad política del Estado” en Colombia para que las leyes en favor de las personas con discapacidad se apliquen. En tanto que Katia D´Artigues, presidenta de la organización “Yo también. Discapacidad con todas las letras” de México, indicó que los derechos establecidos en la Constitución y en las convenciones internacionales para este sector de la población “se violan todos los días”.
Otro de los puntos en los que coincidieron las/os panelistas fue en las quejas que reciben por el tamaño del recuadro que se le otorga al intérprete de lengua de señas en los programas. Alejandra Álvarez Hidalgo, del Movimiento en Defensa de la Educación Bilingüe para Sordos (Mebisor), y persona con discapacidad auditiva, indicó que por lo general el recuadro en la TV mexicana es “muy pequeño” y que necesitan que eso se modifique para “poder entender sin esforzarnos”. “Es un sueño”, remarcó, “que la interpretación ocupe la mitad de la pantalla”. Sobre esta cuestión, Orcasitas Pacheco, explicó que en Colombia los productores de programas dicen que “aumentar el tamaño del recuadro no es estético” y que además esgrimen “falta de presupuesto” para implementar otras herramientas de accesibilidad.
Lewin aprovechó el intercambio para ejemplificar qué aportes hizo la Defensoría a la Cámara Nacional Electoral y a la TV Pública para promover la accesibilidad de los debates presidenciales. Por ejemplo, con respecto al tamaño del recuadro, se logró que por primera vez el canal de YouTube del canal estatal trasmita en Lengua de Señas Argentina (LSA) a pantalla partida: mitad para la candidata o candidato y mitad para quien interprete. Reconoció, sin embargo, que aún no se consiguió que el “fondo de la imagen sea plano, sin destellos o efectos lumínicos o que la pantalla se presente sin elementos distractores”. “Vamos a redoblar esfuerzos” en ese sentido, remarcó Lewin, para luego mencionar que las personas con discapacidad tienen una “conciencia creciente” sobre la importancia de reclamar cuando se vulnera el derecho a la comunicación.