La Defensora mexicana entrevistó a Lewin sobre el rol de las audiencias
La Defensora del Público Miriam Lewin fue entrevistada en el programa ”Entre audiencias” por su par mexicana, Hilda Saray. Cómo trabajan las defensorías de ambos países, cuáles son los reclamos más frecuentes de las audiencias y cómo se relacionan con los medios privados comerciales fueron algunos de los temas abordados.
La radio 94.1 de la Universidad Autónoma Metropolitana de México (UAM) cuenta con una defensoría de la audiencia, al igual que cada emisora de radio o de televisión, pública o privada en ese país desde la sanción de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión en 2014. Según establece esa norma, cada defensoría es la “responsable de recibir, documentar, procesar y dar seguimiento a las observaciones, quejas, sugerencias, peticiones o señalamientos de las personas que componen la audiencia”. Función similar a la de la Defensoría del Público.
La mexicana Hilda Saray aclaró que “la Defensoría de Argentina es una entidad de carácter nacional, ejemplar, en el sentido de la importancia que tiene para el Estado los derechos de las audiencias”, en tanto que “en México cada medio tiene su defensoría”. Luego pidió a Lewin que precisara el alcance del organismo a su cargo. “La Defensoría del Público tiene competencia sobre todo tipo de medios: comunitarios, cooperativos, de los pueblos originarios, escolares, universitarios, públicos y también privados o comerciales”, expresó.
Sobre la forma de trabajo, Lewin remarcó que al igual que en México, la Defensoría “no tiene potestad sancionatoria” sino que se trata de resolver los reclamos mediante acciones de diálogo y mediación entre las audiencias y quienes trabajan en los medios, agencias de publicidad o productoras de programas de ficción. “Se trata de brindar herramientas para ejercer la comunicación desde una perspectiva de derechos”, indicó. Puso como ejemplo los talleres, capacitaciones o recomendaciones que la Defensoría realiza sobre temáticas tales como “suicidio, consumos problemáticos, trata de personas, niñez y adolescencia, pueblos originarios o género”.
Saray se mostró interesada en conocer cuáles son los temas que más movilizan a las audiencias argentinas y, por el contrario, aquellos que son relevantes socialmente pero que no provocan reacciones del público. Lewin destacó que dado que “los feminismos son un movimiento muy fuerte en el país hay mucha conciencia de lo que constituye en términos de perspectiva de género una vulneración de derechos”. También “las personas travestis, transexuales o transgéneros se han apropiado de la Defensoría” y ante hechos discriminatorios en los medios envían una “avalancha” de mensajes. Ejemplificó con “un pico de ochocientos reclamos” enviados por este colectivo “ante un contenido publicado en un portal de noticias”.
En otros temas, en cambio, Lewin indicó que “las audiencias no reaccionan de la misma manera”, por ejemplo, sobre noticias o coberturas relacionadas al medio ambiente. “Entonces estamos desarrollando una línea específica para ponerla al servicio de las redacciones, para que quienes tengan que cubrir un incendio, una inundación, un derrame de petróleo sepan cómo abordarlos, de manera sostenida, profunda, no espectacularizante o alarmista”, señaló.
Sobre el panorama en México, Saray explicó que los “medios comerciales se muestran reacios a “reconocer y respetar los derechos de las audiencias”. Este sector, explicó, “tiende a confundir la libertad de expresión con la libertad de mercado y equiparan cualquier observación de carácter ético con una amenaza sobre la libertad de expresión”. Sobre este mismo punto en Argentina, Lewin, indicó que “en la Defensoría somos fervientes defensores de la libertad de expresión, pero de todos los sectores, no solamente de los propietarios o licenciatarios de radio o televisión”. Destacó como positivo que “la conversación de la Defensoría con la mayoría de los medios comerciales ha sido cada vez más fluida, tanto con los equipos de producción como de legales. Siempre les hemos acercado modelos de reparación de los derechos de las audiencias que para ellos son factibles de cumplir y que cooperan en fortalecer un periodismo de calidad”, concluyó.