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Lewin fue entrevistada por chicas y chicos de una escuela primaria: comunicación y derechos humanos

miércoles 27 de abril de 2022

La Defensora mantuvo una emocionante charla con alumnas y alumnos de sexto y séptimo grado de la Escuela primaria N° 23 General Viamonte.

Bastó un recorrido por un pasillo de la Escuela primaria N° 23 General Viamonte. Así, la Defensora del Público, Miriam Lewin pudo observar carteles con notas, fichas y fotos sobre los ex Centros Clandestinos de Detención ESMA y Virrey Cevallos, como del proceso de Memoria, Verdad y Justicia realizados por estudiantes de sexto y séptimo grado. En ese marco, fue entrevistada por las chicas y los chicos.

“Estoy profundamente emocionada por varias cosas. Primero por estar en una escuela pública, porque me formé en la educación pública, porque la educación pública tiene un efecto igualador. Y también por ver cómo ustedes fueron a visitar el ex Centro Clandestino de Detención Virrey Cevallos”, expresó Lewin.

“Estuve a punto de llorar cuando vi en el pasillo imágenes de Osvaldo Lanzilotti, que era un compañero con el que yo militaba y que sabía que había sido secuestrado en esa casa”, prosiguió, emocionada, la Defensora, al comentar el trabajo de derechos humanos y construcción de identidad que, desde febrero pasado, hicieron chicas y chicos en una actividad coordinada por la docente Alejandra Quiroga.

La Defensora les contó que pertenecía a una generación que empezó a militar en política entre los 13 y 14 años –en centros de estudiantes entonces ilegales–. Lo hizo desde una mesa ubicada en el centro del aula, con una tela detrás en la que se veía su foto, una ficha con su trayectoria y la inscripción: “Hoy nos visita Miriam Lewin”.

La titular de la Defensoría respondió a una serie de preguntas de estudiantes que investigaron su trayectoria y militancia en derechos humanos, le mostraron dos videos de su visita por Virrey Cevallos y por el predio de la ex ESMA, le leyeron “Las que cantan” –de la poetisa y cantautora María Elena Walsh–, y le regalaron un espejo para conectar con el sentido de “la construcción de la identidad”.

Las chicas y chicos le consultaron si tuvo familiares desaparecidos, cómo fue volver a vivir después de haber estado detenida en centros clandestinos. Lewin habló desde cómo a quienes sobrevivieron les atraviesa “un peso muy grande” hasta la corrupción de los militares, quienes robaban hijos de detenidas-desaparecidas y también desaparecían gente para quedarse con sus propiedades.

“Cuando nos llamaron a declarar al Juicio a las Juntas, por un lado, hubo mucha alegría, porque pensamos que eso que nunca nos habíamos atrevido a soñar finalmente iba a ocurrir. Pero, por otro lado, teníamos una profunda inseguridad. En ese momento andábamos con el bolso preparado y con el pasaporte en la cartera. Porque, si volvían los militares, nos íbamos a tener que ir del país para sobrevivir”, afirmó.

Y continuó: “El Juicio a las Juntas fue una enorme catarsis colectiva. Porque hasta ese momento, aunque a ustedes les parezca mentira, los militares negaban que hubieran desparecidos en Argentina. A partir de ese momento, nunca más pudieron negarlo”. La Defensora cerró la jornada con una foto grupal en el patio y con un obsequio para las chicas y los chios: su libro “Skyvan, aviones, pilotos y archivos secretos”.

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