Ottaviano, en la presentación del libro “Tenemos Patria”
La Defensora habló del derecho a la comunicación. El libro acaba de ser editado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación: es una guía donde pueden consultarse distintas políticas de gestión vinculadas a la salud, el trabajo y la cultura.
En el salón “Emilio Mignone” del área de DDHH, cubierto de militantes, funcionarios, legisladores y dirigentes sociales y barriales, la Defensora compartió un panel con el titular de la Secretaría, Martín Fresneda. “Les agradezco la invitación -dijo Ottaviano-, pero sobre todo les agradezco la iniciativa de publicar este material, porque la pedagogía es fundamental. Para empoderar a la ciudadanía es fundamental la difusión de sus derechos, porque además, nadie reclama un derecho que no conoce y el ejercicio democrático implica la participación ciudadana”.
El libro, de casi 200 páginas, resume medidas de gestión nacional puestas en práctica en la última década, vinculadas a educación; trabajo; salud; vivienda; participación y acceso a la justicia; inclusión y seguridad social; género y diversidad; cultura y comunicación; identidad, nacionalidad y soberanía; y memoria, verdad y justicia.
“No se trata de una simple enumeración de realizaciones -explicó Fresneda-, sino la manera de graficar que realmente los últimos años significan una historia ganada. Años que permitieron generar la autoestima y el orgullo de pertenecer a un país digno, con memoria, equidad y futuro. Antes, durante el terrorismo de Estado, si la juventud peleaba por una causa se la consideraba peligrosa. Hoy, la juventud es otra vez el motor de esos ideales, que en muchos casos se convirtieron en realidad por esta gestión nacional”.
Para la Defensora del Público, la característica de estos tiempos “es sin duda el ejercicio de derechos que estaban negados. Es verdad que la dictadura impuso un modelo económico, pero también instauró un modelo cultural, y ese modelo repercutió en nosotros mismos. Por eso, un gran desafío que tenemos por delante es trabajar para descolonizar nuestras subjetividades”.
Fresneda recordó un deseo que transmitió en el momento de asumir el cargo: “Dar un salto reparador, construir un puente. Reivindicar principios de memoria, verdad y justicia para analizar la etapa terrible de la dictadura. Y atravesar ese puente hasta nuestros días, dando pelea para que sean respetados los derechos actuales: a la vivienda, al trabajo, a la salud, a la educación. En definitiva, a la dignidad”.
Ottaviano sostuvo que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual es un ejemplo de aquellos derechos ganados, gracias a las políticas que describe el libro. “No sólo por la manera en que fue gestada, con amplia participación de miles de personas en todo el país. Sino porque además, nos hace entender que la comunicación es un derecho humano, fundamental e inalienable. No es un negocio, como en los años de la dictadura cívico militar”. Y en el final, reclamó: “Trabajemos para que esos derechos sean tangibles y palpables, como forma de corregir asimetrías. Y para que el pleno ejercicio de la Ley permita que no exista ni un solo privilegiado, y ningún excluido”.