Junto al Sindicato de Prensa de Comodoro Rivadavia, la Defensoría realizó una capacitación sobre esta temática que involucra tanto a la explotación sexual como a la laboral. Se brindaron recomendaciones para una cobertura responsable, como por ejemplo recurrir a fuentes como la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX).

La Defensoría del Público dio el primer taller sobre “Trata y explotación de personas: desafíos para periodistas”. Estuvo a cargo de Natalia Rossetti y de Hugo Muleiro, de la dirección de Promoción y Capacitación del organismo, y fue convocado junto al Sindicato de Prensa de Comodoro Rivadavia (SIPRENCR).

En la capacitación, que contó con el acompañamiento de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, la Defensora Mirian Lewin, destacó: “Uno de los aspectos más dolorosos es, tal vez, la identificación de la víctima con el responsable del fenómeno de la trata”.

Muleiro expresó que la trata de personas “necesita un conocimiento previo de los comunicadores y las comunicadores para ser informada”. Así como de “un público capaz de comprender” de qué se trata el fenómeno “para que colabore en la detección, en la denuncia y en la erradicación”.

Por su parte, Rossetti llamó a que se diferencie la trata de personas del tráfico ilícito de migrantes y recomendó evitar el uso de términos como “trabajo infantil” o “trabajador rural” y utilizar, para un tratamiento mediático responsable, “explotación laboral infantil” o “explotación laboral rural infantil”.

En ese sentido, también marcó como conveniente eludir, en las coberturas, términos como “trabajadoras de noche”, “coperas” o “prostitutas”, en la medida en que son “expresiones que esconden la naturaleza delictiva de la trata y revictimizan a las personas damnificadas”.

Otro punto central de la capacitación tuvo que ver con la necesidad de extremar los cuidados a la hora de publicar fotos, imágenes y audios, ya que con esos materiales se podría identificar a la víctima y someterla a un daño mayor.

Y con respecto al uso de fuentes para periodistas, se aconsejó recurrir, entre otras, a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas  (PROTEX), dependiente del Ministerio Público Fiscal.

En otro tramo del taller se enumeraron situaciones en las cuales sucede que la víctima no se considera como tal y cómo la pandemia generó que las redes criminales hayan cambiado sus modos de operar y usen nuevas estructuras, como las plataformas virtuales para engañar a personas con fines de explotarlas.

En ese sentido, se planteó la necesidad de dar información relevante a las audiencias sobre las modalidades más frecuentes de captación a la víctima, como ofertas de empleos que puedan llegar a ser engañosas. Por ejemplo, en publicaciones de diarios: ante esa situación, se aconsejó recurrir a la línea 145 de atención telefónica.