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Sugerencia para la cobertura del juicio por el crimen de Báez Sosa

miércoles 18 de enero de 2023

La Defensoría les recomienda a los medios, como ya lo hecho en otras oportunidades, evitar enfoques espectacularizantes, que centran el relato visual en reproducciones de alto impacto y recurren a la difusión, -en especial de forma reiterada y sin efectos de edición-, de imágenes de víctimas.

La Defensoría del Público les propone a los medios audiovisuales revisar la práctica de repetición de imágenes del asesinato de Fernando Báez Sosa, sucedido en Villa Gesell el 18 de enero de 2020. Esa modalidad es usada por numerosas emisoras mientras despliegan sus coberturas en el marco del juicio en curso en Dolores.

En el tratamiento de la noticia se observa, en gran cantidad de segmentos, a toda hora, que esas imágenes con alto grado de violencia están una y otra vez en pantalla: una modalidad que debe analizarse por el impacto conmocionante en las audiencias. De todas las edades.

La visualización de un ataque cruel, que terminó con la vida del joven, jamás se puede considerar inocua aunque se trate de un hecho sobre el que ha circulado y circula gran cantidad de información y por lo tanto es muy conocido por el público, incluso en sus detalles más tenebrosos.

Una novedad procesal, la opinión de penalistas, las proyecciones y suposiciones sobre la sentencia judicial, son a menudo acompañadas en pantalla completa o dividida por los videos del ataque. Este contacto continuado con la violencia genera angustia. Y no todas las personas que los reciben están igualmente preparadas para asimilarla y ubicarla en su contexto.

También es necesario tomar en cuenta el efecto de la repetición en la familia y allegados y allegadas a Báez Sosa, e incluso en otros grupos cercanos a otras víctimas de hechos similares. Y, como siempre, el impacto en niñas, niños y adolescentes.

En ese contexto, la Defensoría recomienda, como ya lo hecho en otras oportunidades, evitar enfoques espectacularizantes, que centran el relato visual en imágenes de alto impacto y recurren a la difusión, -en especial de forma reiterada y sin efectos de edición-, de imágenes de víctimas.

En este sentido, se propone ampliar los recursos visuales con los cuales presentar a las audiencias las coberturas sobre el tema, ya que la repetición de las imágenes del crimen no proporciona a las audiencias más y mejor información sobre el hecho.

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