Después de tres meses de encuentros virtuales, docentes de todo el país concluyeron el curso “El derecho a la comunicación de chicos y chicas. Propuestas para su abordaje en la escuela” de la Defensoría del Público y el Ministerio de Educación.

Con el objetivo de compartir una perspectiva que contribuya a impulsar desde la escuela la formación de niñas, niños y adolescentes que conozcan y ejerzan sus derechos comunicacionales, el curso impulsó reflexiones sobre los modos de representación de la niñez y la adolescencia en la radio y la televisión, brindó herramientas para la formación de chicos y chicas como audiencias críticas y como realizadores de sus propias producciones audiovisuales.

La Defensoría del Público, a través de la Dirección de Capacitación y Promoción, aportó el enfoque y los contenidos que articularon las cuatro clases del curso virtual. Se abrieron once aulas: dos reunieron a docentes de nivel inicial, en tres participaron docentes de primaria, en cinco fueron de nivel medio y en un aula estuvieron los y las docentes de nivel superior.

Durante tres meses, las y los docentes cursantes se dedicaron a la lectura de los módulos y la bibliografía sugerida, la visualización de materiales audiovisuales y el intercambio en foros a partir de propuestas específicas de reflexión y participación.

“Entender a la comunicación como un derecho fundamental fue el puntapié inicial para comenzar a reflexionar sobre mi propia práctica y el lugar que le doy a la voz de mis alumnos y alumnas en mis clases”, expresó en la evaluación de la cursada una de las participantes. Y agregó: “mirar más allá de las representaciones estereotipadas me animó a querer generarlo en mis alumnos y alumnas y, a la vez, animarlos a producir productos audiovisuales que realmente los representen”.

Respecto a las reflexiones surgidas acerca de la importancia de construir desde el aula una comunicación democrática enmarcada en la perspectiva de los derechos humanos, una de las cursantes aportó: “En mi caso, cobra sentido el curso ya que soy docente de una escuela para personas sordas e hipoacúsicas. Nuestros alumnos tienen la posibilidad de comunicarse dentro de la escuela, entre pares y con sus docentes, oportunidad que la mayoría de las veces no tienen en sus propios hogares y en los medios de comunicación”.