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Organizaciones feministas y LGBTI proponen otra comunicación

La palabra de las organizaciones de la sociedad civil circuló en las mesas de trabajo de la Región Centro para construir propuestas sobre el abordaje respetuoso de los derechos de mujeres y colectivos de la diversidad e identidad de género en los medios.

Con la participación de organizaciones sociales, agrupaciones feministas y representantes de colectivos de Lesbianas, Gays, bisexuales, Trans e Intersex (LGBTI) de Rafaela, Córdoba, Rosario, Villa María, San Javier (Córdoba) y Santa Rosa (La Pampa), el martes 26 de agosto se desarrollaron en la Ciudad de Córdoba las mesas de trabajo sobre buenas prácticas en coberturas periodísticas de casos de violencia contra las mujeres y hacia los colectivos de diversidad sexual e identidad de género.

Estuvieron presentes Las Safinas (Rosario), representantes de la ATTTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros) de Córdoba y Villa María, integrantes del Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID)y la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (FUNDEPS) de Córdoba; del Espacio Frida y Kunst de Rosario; integrantes de Enredadera y Socorristas en Red, feministas que abortamos, de Rafaela (Santa Fe),  Hombres Trans, Red Nosotras en el Mundo y Socorro Rosa, de Córdoba; Red PAR y la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN) de Santa Rosa, La Pampa; de la Fundación Kaleidos, de la localidad de San Javier, en Traslasierra, provincia de Córdoba y periodistas del diario El Argentino y Canal 10 de la capital cordobesa.

Quienes participaron de las mesas de trabajo, reflexionaron y analizaron los modos en que los medios audiovisuales construyen la información y propusieron recomendaciones para promover una comunicación sin discriminación.

Entre las sugerencias sobre casos de violencia que involucren a mujeres se plantearon:

  • Abordar la información de violencia de género con la inclusión de herramientas y asesoramiento para la prevención. Aportar información socialmente útil.
  • No justificar los crímenes de mujeres por razones pasionales, vinculadas a la bebida o a condiciones psicológicas.
  • Hacer un seguimiento de la información a lo largo del tiempo para escapar a la lógica de lo vendible, consumible y desechable.  Ver qué pasa con el caso después del momento de actualidad. Resituar los casos pasados en la agenda mediática desde un enfoque responsable.
  • Prestar especial atención a los distintos elementos que construyen las noticias. Procurar que no contradigan el enfoque global de la noticia cuando éste ha sido responsable y no discriminatorio. (Comentarios, imágenes, música, información del zócalo, efectos, etc.)
  • Cuidar la utilización de las imágenes y sonidos en la construcción de la información. Advertir la sensibilidad del uso de ciertas imágenes y procurar que éstas no invisibilicen a las mujeres en las problemáticas sociales.
  • Utilizar tiempos verbales y expresiones apropiadas para reportar sobre y visibilizar la violencia de género. Por ejemplo: en vez de titular “Muere una mujer”se puede plantear “Mujer fue asesinada”.
  • Tener siempre presente el derecho de las audiencias a una comunicación no estigmatizante y no discriminatoria al reportar sobre violencia de género y diversidad sexual.
  • Mostrar todos los tipos de mujeres para evitar la naturalización del concepto e idea de “cuerpo perfecto”. Visibilizar a las mujeres en todos los roles en los que se desempeñan socialmente. Evitar reducir a las mujeres únicamente a roles como mujer-madre y madre todopoderosa.
  • Incluir la legislación pertinente en la publicación que se produzca para que comunicadores y comunicadoras tengan en cuenta que existen normativas específicas sobre violencia de género y diversidad sexual, como la Ley de Educación sexual integral, la Ley para Prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, la Ley de Identidad de género y la Ley de Matrimonio igualitario, entre otras.
  • Incorporar como voces expertas a las organizaciones feministas y colectivas LGBTI. Visibilizar el trabajo de las organizaciones de mujeres y de la diversidad en los medios de comunicación.
  • Tomar los aportes conceptuales del movimiento de mujeres y del movimiento feminista sobre violencia de género como insumos para la producción mediática.
  • Elaborar un glosario de conceptos básicos desde donde partir, para evitar dar por sobreentendidos conceptos que tal vez no son compartidos o conocidos por quienes trabajan en los medios de comunicación. Posibles términos a incluir en el glosario: mujer, varón, varón trans, mujer trans, personas trans, heteronormatividad, patriarcado, etc.
  • Incluir otra mirada en los espacios destinados a chistes, bromas y comentarios “al margen” para evitar concentrar ahí todas las manifestaciones sexistas y discriminatorias.
  • Construir y proponer otros discursos desde la ficción y la publicidad. Incorporar el compromiso con las temáticas de género en productos audiovisuales como la ficción televisiva.
  • Buscar la transversalidad del trabajo, la articulación con las organizaciones de la sociedad civil en temáticas de género y diversidad sexual, y con el estado y sus diversas agencias que trabajan temáticas afines.
  • Procurar una equitativa participación de los diferentes géneros al interior de los medios de comunicación, en los equipos de trabajo.
  • Visibilizar la tarea de las mujeres periodistas que están permanentemente trabajando en temas de violencia de género en los medios de comunicación
  • Incorporar los discursos de las nuevas masculinidades construidas. Promover la participación de los hombres y de las nuevas masculinidades que también luchan contra el patriarcado.

 

En el segundo momento de la mesa de trabajo, se propusieron recomendaciones para las coberturas que involucren a colectivos de diversidad sexual e identidad de género:

  • Mostrar otros tipos de familias en la construcción de la información. Mencionar y visibilizar los nuevos arreglos familiares desde un punto de vista no discriminatorio ni estigmatizador, incluso aquellos arreglos no mencionados en las leyes civiles vigentes. Visibilizar la co-maternidad.
  • Hacer hincapié en que la sexualidad no se elije.
  • Aclarar que la homosexualidad no es una enfermedad y que por lo tanto no se cura.
  • No dar por sentada la sexualidad de las personas sino que se torna fundamental consultar previamente a la persona cómo desea ser nombrada. Tener presente que la identidad de género es siempre la autopercibida. Preguntar directamente a las personas cómo les gustaría ser nombradas, antes que anteponerles una forma concreta de denominación.
  • Tener presente en todo momento que la identidad es un principio fundamental de autodeterminación.
  • Evitar el lenguaje que caiga en la heteronormatividad, el encasillamiento del binarismo hombre-mujer. Utilizar lenguaje inclusivo que no dé por sentada la heterosexualidad. Ejemplo: Preguntar a una mujer “¿Te gusta alguien?” en lugar de “¿Qué chico te gusta?”
  • Incluir contenidos trans en la programación infantil de los medios audiovisuales.
  • No recurrir a la constante construcción de la realidad trans como el lugar de la calle, la noche, la oscuridad.
  • Separar los criterios de noticiabilidad de la lógica del rating. Desandar el presupuesto que “lo que vende” es una trans parada en una esquina o una chica trans llamativa. Desincentivar escenas donde las personas se conviertan en productos o son mercantilizadas. Ejemplo: una trans que baila, una pelea entre personas trans.
  • Visibilizar profesiones clásicamente desempeñadas por ciertos géneros cuando éstos son desempeñados por géneros inesperados para ese puesto o profesión.  Evitar contribuir a la sedimentación de ciertos roles sociales tradicionalmente desempeñados por ciertos géneros.
  • Mostrar las ocupaciones, profesiones y oficios de las personas trans que rompan con el estigma de lo clandestino. Animar otras imágenes y relatos respecto del desempeño laboral de las personas trans, que se insertan también en otros espacios que no son únicamente la prostitución. Evitar asociaciones espontáneas entre mujeres trans y prostitución.
  • Destacar que la prostitución es muchas veces una profesión no elegida por las mujeres trans, sino la única opción posible.
  • No mostrar a las personas trans trabajando en profesiones diferentes a las esperadas como si fuera algo excepcional porque esto termina reforzando el estereotipo estigmatizante. Buscar la visibilización sin estigmatización.
  • Utilizar simpleza en las palabras para facilitar la comprensión por parte de las audiencias.
  • No equiparar la demanda de reporte responsable, no estigmatizador o discriminatorio con falta de libertad de expresión.
  • En el reporte de casos sobre diversidad e identidad de género, incluir contactos de las organizaciones que trabajan en estas temáticas para que estén disponibles para las audiencias en casos de que fuera necesario.
  • Visibilizar a los varones trans
  • Evitar imponer el matrimonio como criterio de validación social.
  • Tener presente el potencial rol de la juventud como comunicadora de cuestiones vinculadas a la identidad de género y diversidad sexual.
  • Promover desde los medios de comunicación el derecho de las personas trans a la educación.
  • Hablar de y divulgar las infancias lésbicas, gays y trans desde un punto de vista no estigmatizante.
  • Enmarcar el reporte de noticias sobre diversidad sexual e identidad de género en la perspectiva de los Derechos Humanos y de la normativa internacional que la sustenta.
  • Buscar la transversalidad de un enfoque responsable de la identidad de género y la diversidad sexual, propiciando que éste abarque a la totalidad del engranaje de producción periodística.
  • Establecer y permanecer atento/a a la diferencia entre sexo, género y sexualidad.
  • Promover que los principios que rijan la práctica periodística en todo momento sean la inclusión, la apertura y el respeto. Repensar la tolerancia como principio realmente inclusivo y si en realidad la idea de tolerancia no supone una relación asimétrica (“Yo tolero”)
  • Favorecer desde los medios el entendimiento de que las personas merecen sus trabajos por sus capacidades, no por su género.

 

Durante toda la jornada, se resaltó fuertemente la necesidad de reflexionar sobre estos temas en los ámbitos educativos, como lugares de transformación esenciales y la importancia de instrumentar modalidades de formación en todos los niveles educativos.  También se sugirió que la Defensoría del Público genere spots o campañas de fácil circulación y recepción en los medios sobre su tarea y el derecho que tienen las audiencias a presentar reclamos. Las organizaciones presentes coincidieron en la necesidad de educar también a las audiencias, generando materiales de fácil circulación a través de redes sociales para formar a la ciudadanía en su derecho a la comunicación desde una perspectiva de géneros. En la Región Centro, se celebró el encuentro y la importancia de generar instancias de diálogo entre las organizaciones y los organismos del Estado, para construir otros modos posibles de comunicación.

Las mesas de trabajo “Buenas Prácticas: equidad de género en la radio y la televisión” son espacios de participación y consulta a la ciudadanía, donde las organizaciones de la sociedad civil y de la comunicación proponen sugerencias que se sistematizarán en una publicación destinada a comunicadores y comunicadoras. Estas mesas se suman a las realizadas en la Región Buenos Aires y la Región de Cuyo.

 

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