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El aniversario de la radio desde la mirada del movimiento de las mujeres

viernes 27 de agosto de 2021

En el 101° cumpleaños de la radio, la Defensoría del Público organizó una charla entre Miriam Lewin y Annamaria Muchnik, la icónica conductora de “Buenas tardes, mucho gusto” y de “Ciudadanas”. Aquí, la nota y el video de la entrevista.

Para celebrar un nuevo aniversario de la radio en Argentina, la Defensoría del Público volvió a darle un espacio destacado al acontecimiento, como lo hizo en agosto de 2020 en los festejos por los 100 años. Esta vez, el ciclo por el 101° cumpleaños comenzó con una charla entre Miriam Lewin, titular del organismo, y Annamaria Muchnik, la icónica conductora de “Buenas tardes, mucho gusto” de las décadas del 60, 70 y 80 y de “Ciudadanas”, por radio Belgrano. Un recuerdo de Lewin, al comenzar la nota, sirvió para el desarrollo: “Rememoro mi infancia, Annamaría, y estoy en la cama de mi mamá mientras ella hacía sus quehaceres domésticos con la pantalla del televisor recién llegado a mi casa, y estar viendo Buenas tardes Mucho Gusto”.

Fue, sin dudas, un programa récord de audiencia y horas en el aire que marcó un quiebre cultural. Annamaria era esa presencia en los hogares silenciados a la intimidad política. La dictadura, el exilio, los lazos feministas, fueron revoluciones personales y colectivas. Desde ese inicio, pasando por la comparación de la radio de ayer y de hoy y su aporte feminista con “Ciudadanas”, hasta profundizar la mirada sobre la Ley de Equidad de Género y Cupo Trans en los medios de comunicación audiovisual, fue el recorrido entre Lewin y Muchnik.

“Es un placer charlar con una vieja amiga como Miriam, querida amiga, y hablar nada más y nada menos que de la radio y los medios, y del movimiento de las mujeres”, dijo Annamaría. Y de inmediato, luego de la pregunta de Lewin, comentó cómo comenzó con ese programa que es un hito: “Era la primera vez que se hacía un programa para la mujer, en un momento en el que la mujer estaba en su casa a la tarde porque trabajaba afuera mucho menos. Venían psicólogos, médicos, abogados, se hablaba de belleza, de cocina. Era un programa de ellas y para ellas”. Muchnik detalló que antes de ese rol como conductora estelar tuvo su experiencia como estudiante de teatro y que, incluso, tuvo su paso previo en un programa para niñas y niños: “Yo empecé a trabajar en televisión en 1962 en ‘Juguemos en el trece’, de ahí a ‘Buenas tardes mucho gusto’ pasó un año. Tenía 18 años”.

-Annamaria, ¿había un modelo de mujer para “Buenas tardes Mucho gusto”?

– Te hablo de comienzos de la década del 60, las mujeres estaban mucho en su casa. El esquema era un poco almorzamos, lavo pronto los platos y me siento a ver “Buenas tardes Mucho gusto”. Sin ir más lejos, Alfonsín un día me dijo: ‘Annamaria, yo te veía, mi mamá, que se llamaba Ana María, se tiraba a la hora de la siesta a mirar “Buenas tardes Mucho gusto”. Y yo le hacía compañía, estábamos en Chascomús.

-Qué te pasó, con tu crecimiento, desde 1964 a 1984, cuando nació “Ciudadanas”?

-Pasaron muchas cosas porque yo hice tres etapas en “Buenas tardes Mucho gusto”. Viví varios años en Europa… Después que dejé hice unos cuatro años en el Trece. Ahí fui mamá, volví con un nene, hice otro tramo de “Buenas tardes Mucho gusto”. Después tuve que irme a Barcelona… Por razones familiares: un hermano mayor fue secuestrado por los militares. Por suerte lo devolvieron, pero nos tuvimos que ir del país, nos fuimos todos.

-¿En qué año fue?

-En el 77.

 

La radio y el movimiento feminista

Annamaria volvió en 1980 a Buenos Aires e hizo la última etapa de “Buenas tardes Mucho gusto”. Hasta 1983, que se levantó para siempre. “A comienzos del 84 me llamó Daniel Divinsky para hacer un programa diario en radio Belgrano. Digo sí, por supuesto”, relata la entrevistada. Y recuerda el ofrecimiento para trabajar en la mañana de la emisora en un horario en el que eran todos varones: “Aquí hay que hacer un programa feminista”. Lo pensó, lo dijo y lo hizo: “No había hecho nunca radio, pero me gustó tanto la posibilidad de hacer, por primera vez, un programa feminista, con toda la libertad de acción, que dije que sí enseguida”.

Relato, en primera persona, de un momento que, de nuevo, cambió el rumbo de su vida. Y la de muchas mujeres: “Quiero hacer un programa de mujeres, para mujeres. Y con una voz… Yo no usé la palabra feminista en ese momento. Básicamente porque era la época en que el feminismo como palabra, como idea, tenía un poco de mala prensa. Pero lo que yo le dije a él es que me parecía que las mujeres, ahora que volvíamos a la democracia, teníamos mucho que decir. Y me dijo a todo que sí y me preguntó ‘cómo se va a llamar’. A mí me salió de adentro decirle “Ciudadanas”.

“Cebramos el primer día de la mujer, que fue el 8 de marzo de ese año. Empezamos a ir a todas a las marchas, juntas. Le hice una entrevista a Alicia Moreau de Justo, fui a su casa. Me acuerdo que hablamos mucho de salud, del cuerpo de las mujeres, y ella habló mucho de política, era la primera en decir que todas tenían que trabajar. Ese 8 de marzo fuimos al Congreso y Alicia entró a la plaza cuando ya estaba llena, repleta, y cuatro personas la llevaban en andas en una silla. Ay, me emociona… Fue maravilloso, realmente fue maravilloso”.

Ciudadanas tuvo su primer programa el 1° de marzo de 1984 con Annamaria. Marta Merkin era la productora y a los pocos meses empezó a conducir con ella. Por ese espacio radial pasaron las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, Estela y Hebe, Taty, Laura Bonaparte y Laura Comte, Nora Cortiñas, Ilse Fuskova, Dora Coledesky, Moira Soto, Dora Barrancos, Hilda Rais, Isabel Allende, Diana Maffía, el movimiento “Católicas por el derecho a decidir”, Silvina Ramos, Haydée Birgin, María del Carmen Feijóo, el Centro de Estudios de la Mujer, Pérez Esquivel, por citar ejemplos. “Nora Cortiñas dijo una vez que ella se hizo feminista por Ciudadanas…”, recuerda. Fue un lugar muy importante para la difusión de ideas feministas, pero también de historias de luchas por la identidad, por la filiación política, por la libertad de expresión. “Fue un lugar en donde empezamos a hablar del divorcio y del aborto. Fue un hito en mi vida ese programa”, sintetiza.

-¿Cómo vivís esta puerta del feminismo en la Argentina?

-Es muy difícil hoy que una mujer no te diga que se siente… Que quiere hacer cosas que no podía hacer, que se siente más independiente. Hemos recorrido un larguísimo camino y bastante rápido. Queda mucho por hacer, todavía hay muchas injusticias. Yo no me veo hoy ni me asumo como otra cosa que no sea feminista. Es mi forma de estar en el mundo. Son todas luchas que hay que seguir dando, como el aborto legal, el cupo laboral trans, la violencia machista. El cambio de paradigma se viene gestando hace muchos años, pero todavía tiene muchas cuentas pendientes.

Quería tu opinión sobre el impacto que puede tener la ley de equidad de género y cupo trans en medios de comunicación.

-Creo que debería haber, en los puestos de decisión, tanto de los canales o de las radios, más mujeres comprometidas o más hombres que tengan un poco más claro cómo viene la cosa. De todas maneras debemos decir que las mujeres la están peleando como pueden, supongo que muchas veces, con mucho sacrificio. Me acuerdo cuando yo hacía “Buenas tardes Mucho gusto”, siempre preguntaba:  ¿Por qué detrás de cámara son todos varones? Y ya estamos haciendo mucho, hay que hacer mucho, mucho más. Estamos en el camino.

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