La organización barrial bonaerense El Furgón de la Victoria invitó a la Defensoría del Público a realizar un taller para que chicos y chicas conozcan sus derechos comunicacionales y reflexionen acerca de su rol como productores y productoras radiales.

El Furgón de la Victoria, de Villa Caraza, en Lanús, es una organización cultural, social y política que reúne a más de cincuenta chicos y chicas desde hace cuatro años. Entre ensayo y ensayo de la murga comenzó a gestarse la idea de contar con un espacio de expresión para compartir con otros y otras sus preocupaciones, intereses y opiniones. La Defensoría del Público realizó allí un taller sobre los derechos comunicacionales que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual garantiza a la niñez y la adolescencia.

La murga participó del Programa Nacional para adolescentes Nuestro Lugar, del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, con el objetivo de fortalecer las actividades culturales y la comunicación con el barrio a través de un taller de radio destinado a adolescentes. En ese marco surgió el programa de radio “Cómo te quedó eso, eh?”, que producen los chicos y chicas y se emite a través de internet.

En el encuentro con la Dirección de Capacitación y Promoción del organismo, el equipo que está a cargo del programa manifestó su preocupación por los pocos espacios existentes en los medios de comunicación en los que se escucha su opinión. También dieron cuenta de cómo esa falta de diversidad de voces facilita la invisibilización de situaciones de vulneración de derechos como los atropellos que la juventud sufre a diario por parte de la policía.

Además, opinaron acerca de los modos en los que se construye la agenda informativa de los medios masivos. “Los únicos corsos que se muestran son los de la Ciudad de Buenos Aires, los del conurbano pareciera que no existen”, manifestaron las y los participantes.

Como contraparte de esa mirada crítica acerca del tratamiento que dan los grandes medios a los temas de niñez y juventud, valoraron la posibilidad de producir sus propios programas de radio para opinar sobre los temas que les interesan, contar sus preocupaciones o comunicarse con otros jóvenes de Villa Caraza y de otros barrios. En definitiva, para ejercer su derecho a la comunicación.