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Organizaciones del NEA trabajaron contra la violencia mediática

Más de 20 organizaciones de Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones se reunieron para proponer recomendaciones que promuevan la equidad de género en la radio y la televisión.

Organizaciones de la sociedad civil del NEA se reunieron en la Casa por la Memoria de Resistencia, Chaco, para participar de las mesas de trabajo “buenas prácticas: equidad de género en la radio y la televisión”. El objetivo del encuentro fue formular propuestas y sugerencias para las coberturas periodísticas de casos de violencia contra las mujeres o que involucren a los colectivos de diversidad sexual e identidad de género.  Las mesas de trabajo forman parte de las acciones que realiza la Defensoría del Público en el “Año de lucha contra la violencia mediática hacia las mujeres y la discriminación de género en los medios audiovisuales” en todo el país.

De la jornada participaron integrantes de más de 20 organizaciones de las cuatro provincias del NEA. De Misiones, el Colectivo de Acción contra las Violencias de Género, el Centro “Flora Tristán”, la Red Diversa Positiva, la Red Federal de la Diversidad y la Asociación LGBT; por Corrientes, La Colectiva, el Movimiento Barrios Unidos, la Secretaría de Género de la CTA, La Zurda, el Movimiento ConGénero, la Red Diversa Positiva y la Asociación Civil SOMOS; por Chaco, el Movimiento Evita, el Frente Grande, el Frente de Igualdad, la CTA, Unidos por la Diversidad y el Sindicato de Prensa; por Formosa, la Asociación Civil “Padre Benito López” e integrantes de la Red Diversa Positiva Formosa. También se sumaron a las mesas integrantes de la Dirección de Género y Diversidad de la Municipalidad de Corrientes y de la Dirección de la Mujer de Chaco.

Desde el colectivo La Zurda, de Corrientes, Rosana Gómez consideró que “estos espacios participativos nos permiten reconocernos para enriquecer nuestro trabajo cotidiano en el ámbito que a cada persona le toca; aprender a dialogar y compartir es un proceso que requiere tiempo y sobre todo voluntad para encontrarnos cada vez que podamos”.

La presidenta de la LGBT Misiones, Laura Bronzino, añadió que en los medios hay una permanente estigmatización contra las personas lesbianas, gays, bisexuales o trans. “Si también mostraran los aportes que realizamos a la comunidad cada día desde nuestros espacios de trabajo y como organización, habría otra visión de las personas que integran los colectivos LGBT”, expresó.

A su vez, la referente del Sindicato de Prensa del Chaco, Rocío Blotta, afirmó que muchas veces desde el periodismo se incurren en errores por desconocimiento.“Incluso aunque tengamos voluntad de ampliar nuestras agendas y logremos incorporar voces diversas en los medios, suele pasar que nos faltan conceptos para resolver el abordaje periodístico de manera apropiada”.

Los aportes de las organizaciones de la sociedad civil permitirán sistematizar y construir recomendaciones para la práctica periodística en la radio y la televisión y se incluirán en una publicación que editará la Defensoría del Público con la intención de generar herramientas que contribuyan a incorporar la perspectiva de género en la comunicación, de acuerdo a los derechos consagrados en los artículo 3 inciso M, 70 y 71 de la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual.

A continuación se sintetizan algunos de los aportes:

  • Al informar, pensar quién está del otro lado. Reflexionar sobre el impacto que puede tener la noticia en la vida cotidiana de la persona.
  • Contextualizar la información. No es “un caso más de”. Entender que se trata de inequidad, de relaciones sociales desiguales en un sistema patriarcal.
  • Grabar spots para visibilizar protocolos de atención a las personas en situación de violencia de género.
  • Analizar el cumplimiento de la Ley 26.485 para prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres, en todo su articulado.
  • Reflexionar sobre titulares y comentarios que relativizan la agresión denunciada por la mujer y/o la presentan como merecedora de la violencia.
  • Poner el énfasis de la cobertura en por qué sucedió el hecho de violencia de género (cuál es la problemática) y no únicamente en cómo paso (el modo en que se ejerció la violencia).
  • En la actualidad la noticia se centra en la mujer y en cómo fue agredida. Trasladar el foco a quiénes son los responsables, cómo actuaron las instituciones (la justicia, policía, etc.), qué estadísticas hay sobre la problemática y qué legislación existe.
  • Dar seguimiento a los casos para saber si se llegó a una condena.
  • Evitar términos como “monstruo” o “inhumano” para referirse al agresor dado que da a entender que la práctica es inusual.   Evitar referirse a un “problema doméstico o privado” porque oculta la problemática social que naturaliza modos de relación violentos.
  • Uso de fuentes. Incorporar miradas analíticas que puedan insertar la noticia en una problemática social donde se vulneran los derechos humanos.
  • La violencia de género debe ser parte de la agenda cotidiana, no debería estar en el segmento policial de los programas.
  • Asumir la responsabilidad del comunicador y la comunicadora como generador de discurso y sentido.  Evitar ser “juez ante el micrófono” porque no es su competencia.
  • Contar las historias de mujeres sobrevivientes de la violencia de género, para empoderar a aquellas que están atravesando una situación de violencia.
  • Pensar el lenguaje como el terreno para modificar y transformar los imaginarios e incidir en las prácticas. Es necesario deconstruir siglos de una matriz cultural desigual. No reducir la discusión al uso de “las y los”.
  • Visibilizar en la agenda temas como distribución de las tareas de cuidado, potestad, educación sexual integral, aborto, incesto paterno filial, muerte de mujeres en comisarías, etc.
  • Desnaturalizar la idea “es lo que la gente quiere ver”. Los consumos culturales varían en el tiempo y las audiencias no son un todo homogéneo.  Pensar formas creativas de informar sin vulnerar derechos.
  • Hablar de las heroínas, no solo de los héroes.
  • Revisar los programas que ubican a la mujer en el lugar de objeto sexualizado.
  • Realización de programas específicos de género en los medios públicos
  • Dar herramientas para reflexionar sobre el tratamiento del humor en los medios. Muchas veces en el mismo programa los segmentos informativos son respetuosos pero los bloques de humor resultan estigmatizantes o discriminatorios.
  • Promover la educación sexual integral desde un enfoque de parejas y familias diversas. Evitar plantear que el único modelo es el heteronormativo.
  • Desnaturalizar el sistema binario hombre-mujer
  • Interiorizarse sobre la Ley de identidad de género, dado que se informa desde el desconocimiento de la legislación.
  • Contribuir a instalar el concepto de identidad autopercibida.
  • Desestimar lo biológico como argumento para definir la identidad.
  •  Al hablar de las personas trans se las asocia naturalmente a las drogas, la prostitución o la promiscuidad, invisibilizando la imposibilidad de ejercer sus derechos o cómo estos son vulnerados.  Es necesario brindar datos sobre el acceso a la educación, el desempleo, la violencia física o verbal y la discriminación hacia las personas trans.
  • Las personas LGBT son representadas como “comunidad problema” en los medios.  No se suelen cubrir periodísticamente las acciones o prácticas positivas sino solo aquellos temas vinculados a la violencia.
  • Informar si se cumplen las políticas públicas existentes para promover los derechos de los colectivos LGBT.
  • Es necesario seguir explicitando que la homosexualidad no es una enfermedad porque aún se reproducen discursos en los medios que hablan de “posibilidades de cura”.
  •  No suponer el género de una persona por su apariencia. Consultar o preguntar a la persona cuál es su nombre o cómo quiere ser presentada.
  •   Incluir a personas trans en puestos de trabajo en los medios de comunicación.
  • Construir un glosario sobre los términos recomendados

Durante el intercambio se coincidió en la necesidad de formación en género de quienes se desempeñan en los medios, entendiendo que ocupan un lugar clave en la promoción del debate público y es necesario que lo aborden desde un enfoque de derechos humanos y de acuerdo a la legislación existente. También se planteó la inclusión de estas temáticas en las carreras universitarias o terciarias vinculadas a la comunicación.

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