El abordaje mediático de situaciones de conflicto que involucran a niñas, niños y adolescentes fue el eje del debate. Estuvo la Defensoría, convocada por la Mesa Interinstitucional de Niñez, Adolescencia y Familia de Esperanza, provincia de Santa Fe.

La convocatoria estuvo a cargo de la Mesa Interinstitucional de Niñez, Adolescencia y Familia de Esperanza, ciudad santafesina próxima a la capital, con apoyo de la Asociación de Prensa de Santa Fe. Ambas recurrieron a la Defensoría de Niñez de la provincia y a la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual y convocaron a periodistas de radios y televisoras locales a un diálogo que se centró en los derechos comunicacionales de niñas, niños y adolescentes.

Integrantes de esa Mesa Interinstitucional, integrada por organismos públicos locales, habían expresando preocupación por la exposición mediática de la imagen y la identidad de chicas y chicos que atraviesan situaciones conflictivas, ya sea porque son víctimas de acciones delictivas o porque son acusados de cometerlas.

En el encuentro, Virginia Giacosa, de la Defensoría de Niñez santafesina, y Hugo Muleiro, de la Dirección de Capacitación y Promoción de la Defensoría del Público, expusieron sobre las normas legales vigentes, a partir de la Convención sobre los Derechos del Niño, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la Ley de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

Ese conjunto normativo establece el derecho de chicas y chicos a recibir y difundir informaciones y opiniones, tomándolos en cuenta como un sector activo que realiza sus contribuciones a la sociedad. La vigencia de ese derecho contrasta con una presencia escasa de niñez y la adolescencia en las agendas mediáticas, como lo demuestran estudios de la Defensoría del Público sobre los noticieros de los canales de TV abierta de Buenos Aires.

Las mismas normas, dijeron Giacosa y Muleiro, establecen un parámetro de protección especial para niñas, niños y adolescentes que sufren vulneraciones de derechos o atraviesan situaciones conflictivas. Las y los periodistas presentes dijeron que, a pesar de conocer estos criterios,  enfrentan a un doble problema: por un lado, las dificultades para que los propios medios atiendan a la normativa, por otro, los reproches y hasta presiones de habitantes del lugar que los acusan de “ocultar información” por no dar a conocer los nombres de adolescentes acusados de cometer acciones ilegales, como robos o hurtos.

Las y los presentes coincidieron en la importancia de estos encuentros, de modo que quedó planteada la posibilidad de futuras reuniones para profundizar el intercambio, el debate y la formación.