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“En las palabras están las respuestas que buscamos”

Como parte del proceso de traducción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la Defensoría estuvo en ceremonias, talleres y charlas con la comunidad mapuche, con la convicción de que mantener vivo el idioma es reivindicar la cultura.

“En las palabras están las respuestas que buscamos”, dijo Hugo Coriguala desde el estudio de Radio Eco, emisora mapuche que transmite desde Allen, en Río Negro, desde hace casi nueve años. El viernes y el sábado había participado de las jornadas que se realizaron en la Universidad del Comahue (UNCo) en General Roca, en torno a la “casita 1” donde se reúnen Elisa Tripailaf y Lucas Curapil, el equipo que tradujo a mapuchezungun la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Cuando la Defensoría del Público, junto al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), les acercó la propuesta de traducir el texto, no fue una decisión fácil. Lucas explica, como síntesis, que la palabra “ley” no tiene equivalente en su idioma porque en esa cultura no existe como concepto. Del mismo modo que las traducciones a wichi, qom, quechua y ava guaraní, el proceso fue complejo y significativo.

Antena Libre, la radio de la UNCo, los recibe cada viernes para poner al aire una columna sobre cultura mapuche. Por la tarde tiene lugar la Cátedra Libre donde los y las participantes aprenden el idioma, la cultura, la cosmovisión, las artesanías, las ceremonias, un conjunto de saberes y prácticas que se articulan. Este viernes ese espacio permitió a la Defensoría compartir su forma de trabajo con las comunidades indígenas de todo el país. Después, circularon lápices, lanas y pinzas para pintar los mandalas que acompañarán la publicación de la Ley 26.522 en mapuchezungun y para armar los cascabeles que serían parte de la ceremonia la mañana siguiente.

El sábado amaneció mientras el grupo rodeaba el fuego sagrado, mientras se ofrecían ofrendas, mientras Lucas y Elisa oficiaban la ceremonia de Wexipantü, que no es el año nuevo como suele considerarse desde la cultura occidental sino un proceso de renacimiento del sol que afecta a los árboles, a los animales, al aire, a las piedras, a las personas, mapuches y no mapuches.

Después, en ronda se compartió un desayuno y, sobre todo, sensaciones y sentimientos. Algunos destacaron la ceremonia como una instancia de unidad. Otros marcaron lo bien que los hace sentir ser parte del grupo. Otros, los más grandes, contaron la discriminación que sufrieron por ser mapuches, la necesidad de esconderse para hablar en su lengua, la negación de la identidad por supervivencia. Y, ahora, la alegría de que en el barrio se les diga “mary mary” para saludarlos, de compartir ese espacio abuelas y nietos, de que se revalorice la cultura.

Hugo insiste en que la radio es una herramienta importantísima para esto. Con la misma convicción, la Defensoría compartió algunas herramientas de lenguaje radiofónico e invitó a grabar sonidos y testimonios. En grupos, cada uno dijo lo suyo, en castellano y en lengua mapuche.

Por el mismo motivo el equipo de la Defensoría -Paula Castello y Facundo Vila del área de Capacitación, y Juan García Lewin y Daniela Amdan a cargo del registro audiovisual- visitó las radios de Paso Córdoba y de Allen. Allí quedaron planteados compromisos de trabajo conjunto para fortalecer los equipos de producción y sumar voces y voluntades, para producir más programas y piezas como las que Radio Eco alterna con música para que los vecinos aprendan palabras en mapuchezungun, porque en el idioma viaja la cultura.

En uno de los lugares claves de la mal llamada “conquista del desierto”, los chicos vuelven a sentirse orgullosos de ser mapuches, la comunidad reivindica la sabiduría de los ancianos, profundiza el sentido de sus ceremonias y abre a otros la posibilidad de ser parte de esa renovación de energía en un proceso de reafirmación colectiva de la identidad.

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