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La Defensoría del Público va a la escuela

La imagen estereotipada de las mujeres en los medios, la publicidad engañosa y la aparición de jóvenes sólo cuando hay conflicto, son las preocupaciones que expresaron estudiantes de la Escuela Normal Mariano Acosta, de la Ciudad de Buenos Aires.

Esos y otros temas motivaron preguntas y menciones críticas de los estudiantes de cuarto y quinto año de esa escuela, a la que la Defensora del Público, Cynthia Ottaviano, concurrió el 16 y 17 de mayo para exponer sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual 26.522 y respecto de las tareas de la Defensoría en la promoción de la comunicación democrática.

Durante la actividad, que forma parte de la línea de acción “La Defensoría va a la escuela”, los alumnos mencionaron su preocupación por los programas con escenas de sexo sin fines educativos y de violencia en el horario de protección a las personas menores de edad.

También dijeron que es frecuente que haya publicidad dirigida a niños en la que se promocionan productos, como juguetes, con características y atractivos que luego no tienen en la realidad.

Ante esta y otras menciones, la Defensora explicó que el organismo que dirige tiene justamente la finalidad de recibir consultas, quejas y denuncias sobre servicios de radio y televisión que puedan incurrir en violación a los derechos del público, instituidos en la Ley 26.522 y otras normas vinculadas.

Explicó que la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual incorpora el concepto de la comunicación como actividad de interés público y los derechos de la audiencia en paridad con los de los emisores, así como incluye disposiciones específicas contra la discriminación de cualquier sector de la sociedad, incluyendo a niñas, niños y adolescentes.

Ottaviano informó además sobre cómo procede la Defensoría ante los reclamos del público, explicó que no tiene la finalidad ni el propósito de adoptar sanciones y dio información sobre todas las vías de comunicación con el organismo.

Asimismo, exhortó a los adolescentes y jóvenes a llevar adelante las radios escolares, previstas en la Ley, y a reclamar en todos los medios audiovisuales las cuotas de programación previstas en la norma.

Como el promedio de edad de los asistentes era de 17 años, la Defensora resaltó el hecho de que hubieran “nacido en democracia, y estén viviendo en un clima de libertad que no existía cuando la dictadura militar obligaba a los medios de comunicación a regirse por una ley autoritaria, y cuya característica principal era la censura”.

Los dos encuentros, llevados a cabo en el auditorio del colegio, reflejaron un alto índice de desconocimiento de la Ley por parte de los estudiantes. Pero mucho interés de cómo funciona la Defensoría y las causas de su creación.

“La información es un derecho y no una mercancía”, resaltó Ottaviano y aclaró que, aún con la vigencia de la Ley, algunas empresas periodísticas “siguen sin entender que esos derechos deben ser respetados”. Puso como ejemplo el caso de un colegio de Moreno, cuyos alumnos “organizan permanentemente actividades para difundir la problemática que tienen alrededor del boleto estudiantil, y eso no es reflejado por los periodistas locales”.

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