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La realidad comunicacional de América Latina y la actualidad de la LSCA, ejes de la segunda parte del "II Encuentro Latinoamericano de Comunicación Campesino Indígena"

La jornada sirvió para desarrollar distintas experiencias comunicacionales de Argentina, Perú, Brasil, Venezuela, Chile, Ecuador y Paraguay. También participaron integrantes de comunidades campesinas y 15 pueblos originarios de 16 provincias.

“La comunicación campesino indígena como estrategia de participación ciudadana en América Latina” y “El derecho humano a la comunicación en el escenario comunicacional actual” fueron los ejes del debate, el intercambio de ideas y propuestas luego de una emotiva ceremonia en la apertura del “II Encuentro Latinoamericano de Comunicación Campesino Indígena: Territorio en movimiento. Voces múltiples”, organizado por la Defensoría del Público.

En la sala Rodolfo Puiggros del Archivo Nacional de la Memoria del Espacio Memoria y Derechos Humanos, a media mañana, las delegaciones asistieron a la charla “Comunicación campesino indígena como estrategia de participación ciudadana en América Latina”, que trazó un panorama histórico acerca de los medios que las comunidades utilizaron en el sur del continente a partir de la década del 40. Precisamente el Encuentro sirvió para desarrollar distintas experiencias comunicacionales de nuestro país, de Perú, Brasil, Venezuela, Chile y Ecuador.

La primera en hablar fue Verónica Calvopiña, integrante del Colectivo El Churo de Ecuador: “Siempre resaltamos el término ´Comunicación para el Buen Vivir´ -explicó-, porque entendemos que esa comunicación es un permanente escenario de disputa ideológica, política y económica. Durante 500 años fuimos despojados de la palabra, y los culpables de ese despojo no perdieron tiempo. Fueron adueñándose de herramientas, de recursos, y tejiendo una ´realidad´ que no admite lecturas contrapuestas”. Y agregó: “Sin ir más lejos, nosotros en la actualidad ni siquiera podemos transmitir por aire nuestros mensajes, lo hacemos vía internet, justamente porque el poder, que trasciende gobiernos y funcionarios de distintas corrientes, tiene cercado el espectro radioeléctrico para voces únicas y concentradas. Reclamamos el derecho a ese espectro como un derecho humano y como algo básico sin lo cual es imposible dar a conocer nuestras voces y nuestra cultura”.

El chileno Manuel Llao es integrante de la Asociación Nacional de Comunidades Agrícolas e Indígenas Lefraru, y parte del Movimiento Unitario Campesino y Etnias del pueblo trasandino. Destacó las coincidencias que su país mantiene con Argentina en la lucha por difundir la forma de vida de los pueblos indígenas. Y sostuvo: “En la comunicación está la clave de nuestro quehacer político y social. Porque de nada vale que los gobiernos aprueben leyes agrícolas si esos representantes gubernamentales no consultan a los habitantes de esas tierras. La ley se transforma en cáscara vacía, en información destinada a ocupar estantes pero no a ser utilizada de verdad para cambiar y mejorar la vida de esas comunidades”.

Fabio Luis Dos Reis, delegado del frente de radios del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), reconstruyó el nacimiento y desarrollo del colectivo, y aclaró que en Brasil es imposible hablar de comunicación campesina sin aclarar la influencia que la dictadura militar tuvo en el entramado monopólico que los medios de prensa mantienen hoy en ese país. “No es casualidad que mientras en Brasil eran comunes las detenciones, los asesinatos y las desapariciones en manos militares -sostuvo-, la red O Globo atravesó su etapa de mayor desarrollo, tapando la información, o maquillándola de manera vergonzosa. En mi país, al mismo tiempo que ocurría aquel genocidio, la televisión ocupaba su espacio con el carnaval”. Los sin tierra sostienen en estos momentos varias formar de comunicación perfeccionadas desde su primer boletín informativo surgido a mediados de los años ochenta, pero Dos Reis marcó el año 1997 como clave: “Fue el momento en el que una gran marcha nacional, integrada por 100 mil compañeros, atravesó todo el territorio gritando en voz alta quiénes éramos. Desde ese instante, a las corporaciones mediáticas les resultó imposible taparnos y escondernos. Somos 350 mil familias que luchan por sus derechos y lo hacen con una treintena de herramientas comunicacionales, gráficas y audiovisuales, que cuentan quiénes somos, y qué reivindicamos: el trabajo, la tierra, la salud y el bienestar para los que menos tienen, en un mundo donde pocos tienen mucho”.

El cierre estuvo a cargo de Jairo Torrealba, integrante del Colectivo de Siembra Pachamama, de Venezuela. “Prácticamente hablamos el mismo idioma desde Río Grande hasta la Patagonia -afirmó-, y nos parecemos en muchas cosas. Nuestros países tuvieron las mismas dictaduras, los mismos genocidios, las mismas penurias como pueblo. Y por eso es tan importante que nos relacionemos, y nos integremos en la diversidad”. Y agregó: “No hay nada más movilizador que las crisis, y me refiero a lo que atraviesa hoy nuestro sur, con una coyuntura donde la derecha política volvió a aparecer para borrar lo hecho durante los últimos años en cuanto a conquistas”. Torrealba se refirió al ex presidente de la República Bolivariana, Hugo Chávez, como “nuestro gigante eterno”, y recordó lo importante que fue que “entendiera como ningún otro el gran poder que la palabra tiene para movilizar a las naciones. Es como dijo Hugo: la palabra es la que transforma, y por eso es tan importante que desarrollemos herramientas comunicacionales que rompan con los cercos informativos y culturales que el imperialismo sigue levantando y manejando tan bien”.

Más tarde, representantes de Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Argentina y Venezuela intercambiaron pareceres y perspectivas en la charla “El derecho humano a la comunicación en el escenario comunicacional actual”. Allí, la Defensora del Público, Lic. Cynthia Ottaviano, recordó: “La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual tiene artículos específicos vinculados con la redistribución de los recursos. Necesitamos corregir las asimetrías que se produjeron en escenarios de comunicación concentrada, donde eran pocos los que accedían a la posibilidad de tener licencias de radio y televisión que vienen de la dictadura cívico militar, donde existía un paradigma mercantilista que además era de exclusión porque se persiguió, se censuró y se hizo desaparecer a personas en nombre de una información veraz, oportuna y objetiva”. Y reflexionó: “De esta manera se puede ver cuántas trampas puede haber en las palabras”.

El presidente de la Red de Carreras de Comunicación Social y Periodismo (RedCom), Daniel Badenes, detalló: “Estamos hablando de un gobierno que a nueve meses de transcurrido el año está incumpliendo la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en lo que refiere al fondo de fomento a medios comunitarios y lo está haciendo con excusas que son ridículas. La última razón que alegó para no haber hecho la convocatoria es que no está conformado el consejo federal de comunicaciones. Y no está formado porque es un consejo que ellos mismos eliminaron”.

El docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), Diego Rossi, aseguró: “Es necesario acercarse a todos los puntos del país a recibir los reclamos que hay en materia de incumplimiento de la Ley de Serivicios de Comunicación Audiovisual y en eso la Defensoría está haciendo un trabajo muy fuerte, un trabajo federal”.

Las actividades del Encuentro continuarán con comisiones de trabajo sobre las estrategias que cada proyecto lleva a cabo para gestionar su medio y promover la participación de las audiencias y la comunidad. Para el último día están preparadas la presentación de las conclusiones y el cierre.

Durante estos días la Defensoría Móvil se ubicará frente al Archivo Nacional de la Memoria para que quienes asistan puedan participar y compartir el estudio de radio y televisión sus experiencias. La propuesta itinerante viaja por todo el país con el objetivo de contribuir a la federalización del organismo y a la promoción del derecho humano a la comunicación.

El II Encuentro, organizado por la Defensoría del Público puede seguirse por streaming y cuenta con el apoyo del Movimiento Nacional Campesino Indígena (MNCI), la Organización de Naciones y Pueblos Indígenas en Argentina (ONPIA), el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA), la Fundación Friedrich Ebert, la Carrera de Ciencias de la Comunicación y la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Red de Carreras de Comunicación Social (REDCOM).

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