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Puerto Madryn se mira y cuenta

Adolescentes que viven en la localidad chubutense participaron de “La Defensoría va la barrio” y realizaron una producción audiovisual para contarse y contar las actividades en las que participan, como hicieron chicos y chicas de otras doce provincias.

La Fundación Ceferino Namuncurá tiene su predio en el Barrio Comercio I de Puerto Madryn, ubicado a orillas del Golfo Nuevo, una zona habitualmente relacionada con los avistajes de ballenas y las visitas de cruceros internacionales. La Dirección de Capacitación y Promoción de la Defensoría del Público participó allí del último taller del proceso de formación “La Defensoría va al barrio” e invitó a chicos y chicas a reflexionar sobre el modo en que los medios los y las representan.

Durante cuatro encuentros coordinados por Luciana Grandón y Débora Escobar, un grupo de adolescentes que concurren a la Fundación reflexionaron sobre sobre sus posibilidades de participación en radio y en televisión y los derechos que contempla para ellos la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Esta tarea se complementó con las experiencias del Taller de Producción Integral Radiofónica y el Curso de Realización Audiovisual, ambas propuestas de capacitación laboral que funcionan en el seno de la Fundación.

En el encuentro de cierre del proceso, Virginia Vizcarra, integrante de la Dirección de Capacitación y Promoción de la Defensoría del Púbico, invitó a chicos y chicas a plantear preguntas sobre el cumplimiento de la ley y la relación entre los derechos de las audiencias y la libertad de expresión de los comunicadores. Por su participación como productores y productoras en Radio Namunkurá, se sintieron especialmente interpelados con la temática.

Uno de los temas destacados por el grupo al analizar las representaciones de la juventud en medios audiovisuales fue la violencia institucional. Afirmaron que, en general, se promueve la idea de jóvenes delincuentes sin posibilidad de progresar en su vida y que merecen el abuso policial, la falta de atención de la justicia o la naturalización del vínculo entre jóvenes y excesos, entre otros estereotipos. Sin embargo, al expresar sus intereses y opiniones, los y las chicas coincidieron en plasmar su preocupación por el bienestar familiar y el proyecto de terminar el secundario. También plantearon que les gustaría que los medios de comunicación muestren con más frecuencia las actividades positivas que ellos y ellas realizan, tanto en sus barrios como en la escuela, o en actividades deportivas, culturales y recreativas.

Participación, reflexión sobre derechos comunicacionales de chicas y chicos y elaboración de una producción audiovisual que da cuenta de otros modos de contar los barrios y la vida de las y los jóvenes fueron los ejes de un nuevo encuentro de “La Defensoría va a al barrio”, una de las líneas de trabajo destinada a la niñez y la juventud que se enmarca en el Año por la inclusión de niñas, niños y adolescentes en los medios audiovisuales.

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