Día Internacional de la Mujer: un camino por aprender
En el Día Internacional de la Mujer, la Defensoría del Público acompaña con su tarea diaria la lucha de un colectivo cuyos derechos siguen siendo vulnerados. Frente a esto, el organismo estableció una política de capacitación en clave de género que educa y promueve la igualdad.
Desde su creación, la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual trabajó fuertemente en temas vinculados con las vulneraciones que sufren las mujeres en la radio y en la televisión.
En sus cuatro años de funcionamiento, el organismo recibió y canalizó 11.448 temáticas de las cuales casi el 24% correspondió a reclamos realizados por formas de representar a las personas, ya sea porque se repiten estereotipos que fortalecen la imagen patriarcal del hombre, porque se vulneran derechos adquiridos o porque directamente se mal informa con datos que no corresponden a la realidad.
De esas representaciones, un 47,4% fue por temas de discriminación. Es decir, los discursos que circulan en radio y televisión, y no importa si son dichos por hombres, mujeres, publicidades o comentarios “inocentes” en discusiones de panelistas, repiten y refuerzan estereotipos que naturalizan prácticas que derivan en violencia, ya sea simbólica o física.
Un dato que llama la atención es que de las 365 publicidades que fueron reclamadas por las audiencias en la Defensoría 167 corresponden a vulneraciones sobre temas de géneros: equivale al 45,7%.
Frente a este escenario, la Defensoría implementó distintos programas para concientizar y brindar herramientas que impulsen tratamientos plurales y diversos en las representaciones sexo genéricas.
El plan de trabajo se fundamentó en comprender que la transición hacia un nuevo paradigma de la comunicación como derecho requiere debatir prácticas y discursos muy arraigados en el imaginario social que los medios naturalizan o reproducen: mandatos construidos históricamente y transmitidos de generación en generación que atribuyen espacios, roles y tareas diferenciadas para mujeres y varones, estereotipos que discriminan o niegan la diversidad y pluralidad de maneras de ser y estar, sectores sociales estigmatizados o invisibilizados de la escena pública por su condición de género. En este proceso, los medios audiovisuales tienen un desafío y una responsabilidad: ser agentes de cambio en la construcción de relatos que respeten los derechos humanos.
La Defensoría del Público asumió este compromiso entendiendo que el desarrollo de una política cultural que procure la transformación en las representaciones y en el tratamiento mediático de las desigualdades de género es un paso hacia la desarticulación de diferencias socioculturales más profundas. En cogestión con organismos públicos y organizaciones sociales, se desarrolló un plan de acción específico para promover la equidad de género en los medios audiovisuales y contribuir al debate ciudadano para erradicar la violencia mediática contra las mujeres.
Entre las actividades desarrolladas se encuentran talleres de sensibilización introductorios, programas de formación presenciales y virtuales, edición de materiales, promoción de buenas prácticas y mesas de trabajo con actores múltiples.
A 2014 se lo declaró como el “Año de Lucha contra la Violencia Mediática hacia las Mujeres y la Discriminación de Género en los Medios Audiovisuales”. Por eso se desarrolló una tarea pedagógica y dialógica permanente y federal para interpelar a la ciudadanía comunicacional, el sistema educativo y los medios de comunicación audiovisual a través acciones de sensibilización, capacitación y formación. Así, se diseñaron tres ejes temáticos o tópicos transversales:
1) La comunicación como proceso de producción de sentidos. El rol de los medios como mediadores de la experiencia social. El concepto de representación y estereotipo en la construcción mediática de identidades. El derecho humano a la comunicación, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y el rol de la Defensoría.
2) La lucha por la equidad de géneros, también en la comunicación. La “desnaturalización” de la desigualdad en el discurso mediático. La violencia simbólica, la violencia mediática y el principio de la no discriminación en la radio y la televisión. Fomento de los derechos consagrados en las leyes de Identidad de Género y Matrimonio Igualitario.
3) Promover la equidad de género desde los medios. Deconstruir los discursos para construir derechos desde las pantallas y los micrófonos. La perspectiva de géneros y sexualidades como enfoque transversal a las programaciones. Lenguaje no sexista. Buenas prácticas en la comunicación audiovisual.
Al mismo tiempo, en 2013 se sistematizaron las principales inquietudes de comunicadores y comunicadoras en un documento práctico inicial luego de que el organismo realizara diversas modalidades de capacitación en comunicación, género y diversidades: “Preguntas frecuentes. Tratamiento de la violencia de género en radio y TV”.
También se llevaron a cabo los encuentros “Medios, Discriminación y Géneros. Una mirada sobre la radio y la televisión”, en cogestión con el Consejo Nacional de las Mujeres, el Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) y la Autoridad de Aplicación de la Ley de Servicios Audiovisuales.
Por otra parte, en 2014, la Defensoría del Público se sumó al “Espacio de Articulación de Organismos del Estado Nacional por la Igualdad de Género”, que reunió a organismos públicos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial a cargo de acciones políticas públicas vinculadas a la promoción de la equidad de género. De esa participación nació el ciclo de capacitaciones “Políticas públicas para erradicar la violencia contra las mujeres” del que participaron 18 organismos de los tres poderes, y el ciclo de capacitaciones “Conceptualizaciones de la violencia de género”, que contó con integrantes de 30 organismos en 2015.
Con los mismos fines, la Defensoría diseñó y puso en marcha el curso virtual “Introducción a la perspectiva de género en los medios audiovisuales”, una propuesta pionera en el país de capacitación virtual y gratuita, con alcance federal, destinada a trabajadores y trabajadoras de medios y docentes. El curso se dicta a través de una plataforma de educación a distancia desarrollada por el organismo y ya tuvo una duración de siete semanas (carga horaria total de 35 horas), del cual participaron 1.125 personas. Además de garantizar la participación de profesionales de todas las provincias. Durante 2017 se abrirán seis convocatorias para la inscripción al curso.
Además, el organismo otorgó becas para dos iniciativas intensivas de formación especializada:
-El Programa de Actualización en Comunicación, Géneros y Sexualidades, propuesta de posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires y la Defensoría del Público que tiene una carga total de 128 horas presenciales. Desde su creación en 2014, se abrieron tres cohortes en las que cursaron 170 profesionales.
-El Diploma Superior de Comunicación y Género es un curso intensivo dictado por la Asociación Civil Comunicación para la Igualdad. Desde 2013, ya se otorgaron 74 (38 becas completas y 36 medias becas), de las cuales cuatro fueron entregadas en 2013; 24, en 2014; 24 medias becas, en 2015 y 12 medias becas y 10 becas completas, en 2016.
En los cuatro primeros años de gestión de la Defensoría, 1.369 personas cursaron el Programa de Actualización en Comunicación, Géneros y Sexualidades y el Diploma Superior de Comunicación y Género.
En 2014, la Defensoría del Público convocó a las organizaciones de géneros y actores de la comunicación a participar de las mesas de trabajo “Buenas Prácticas: Equidad de género en la radio y la televisión”. Esta consulta ciudadana se llevó adelante en todas las regiones del país, para reunir propuestas e incorporar una agenda de demandas comunicacionales de arraigo local. Los aportes realizados por más de 100 organizaciones de 20 provincias son el fundamento de las recomendaciones para la cobertura responsable de casos de la violencia contra las mujeres (un decálogo práctico para comunicadores y comunicadoras con sugerencias para brindar información socialmente relevante) y la Guía para el tratamiento periodístico responsable de casos de violencia contra las mujeres.
También, a partir de esas inquietudes formuladas en las mesas de trabajo -que permitieron actualizar el mapa de expectativas de las organizaciones de la sociedad civil sobre la incorporación de representaciones diversas y plurales en los medios-, se lanzó en 2015 el concurso ZOOM a los Derechos. La convocatoria se enmarcó en la conmemoración de los 20 años de la “Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer” (1995), donde Naciones Unidas había aprobado la “Declaración y Plataforma de Acción de Beijing”, que estableció entre sus objetivos estratégicos problematizar la representación de las mujeres en los medios e incrementar su participación en la toma de decisiones y la expresión de sus opiniones (Punto J de la Declaración). ZOOM a los derechos recibió 114 proyectos, de 14 provincias. Un jurado interdisciplinario, conformado por especialistas en género o audiovisual eligió los 20 proyectos ganadores. Los videominuto se emitieron en la Televisión Pública, en los canales universitarios integrantes de la Red Nacional Audiovisual Universitaria (RENAU) y se encuentran disponibles en la página web del organismo para ser utilizados con fines de promoción de derechos.
Es decir, ante un número creciente de denuncias de las audiencias por tratos violentos, cosificantes o estigmatizantes de las mujeres en los medios audiovisuales, la Defensoría del Público impulsó un plan de acción para hacer frente a la violencia mediática y discriminación de género, de acuerdo a lo establecido en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (art. 3, inc. m), que promueve “la protección y salvaguarda de la igualdad entre hombres y mujeres y el tratamiento plural, igualitario y no estereotipado, evitando toda discriminación por género u orientación sexual”. Es un camino largo en donde hay que desandar lo establecido y aprender a mirar y sentir en clave de género, que no es más que entenderse como iguales ante la vida.